En las últimas semanas nos sorprendió la noticia difundida por el Ministerio de Salud, señalando que el 85.5% de pacientes fallecidos con comorbilidades por Covid-19 padecían obesidad, datos que fueron reportados por el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef).

Esta noticia causó mucha preocupación en la población, ya que en los últimos años la obesidad es un problema de salud que se ha incrementado en el país. Sin embargo, es importante no entrar en la desesperación de perder kilos siguiendo cualquier dieta que pareciera ser mágica. Por el contrario, tomemos la decisión de informarnos de manera responsable sobre cómo seguir una alimentación saludable y empecemos por mejorar nuestras prácticas de consumo, actividad física, entre otros estilos de vida saludable. Recuerde: nunca es demasiado pronto, ni demasiado tarde, para empezar a cuidar nuestra salud.

Podemos empezar haciendo un recuento de cuántos tipos de dieta ha puesto en práctica alguna vez intentando bajar esos kilos de más; y sobre cuántas otras dietas escuchó, pero por diversas razones no se atrevió a probar. De seguro, cada una de ellas le prometían lo que las otras no podrían lograr, ese efecto eterno de mantenernos en nuestro peso ideal. Y es aquí donde lo invito a hacer un alto para pensar en por qué razones no tuvo éxito en su intento, cuál era el objetivo que buscaba lograr cada vez que se aventuraba a una nueva dieta. De seguro la respuesta es: perder kilos, entonces es cuando me animo a proponer que tal vez todo habría funcionado mejor si el objetivo hubiese sido mantenerse saludable.

Porque cuando nos concentramos en nuestros kilos, por lo general solo pensamos en calorías o en nutrientes como la grasa y carbohidratos; pero, cuando nos referimos a salud, entonces debemos pensar en asegurar diversos nutrientes a través de la dieta, además de tener buenos hábitos como practicar actividad física y mantener una buena calidad de sueño. Otra diferencia importante es que suprimir las grasas y los carbohidratos no puede ser eterno, entonces ocurre el temible efecto rebote luego de una dieta. Por el contrario, cuando incorporamos estilos de vida saludable y nuestra salud se beneficia de ellos, nos motivamos a mantenerlos a lo largo del tiempo.

Y si lo dicho hasta aquí no es suficiente, daremos un sustento científico: los resultados de un estudio publicado en la revista BMJ (British Medical Journal), basado en 121 ensayos aleatorizados con 21,942 pacientes que siguieron dietas populares arrojaron pruebas convincentes de una modesta reducción de peso y un descenso en la presión arterial; sin embargo, a los 12 meses se comprobó que estos efectos positivos desaparecieron en gran medida.

Por eso, la próxima vez que encuentre una dieta milagrosa en internet no juegue con su salud y, por el contrario, anímese hoy mismo a tomar la decisión de comer sano y adquirir estilos de vida saludable. Tenga la seguridad de que, una vez adquiridos, se mantendrán en el tiempo.

Fuente: Expreso.com.pe
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